Cuando era niño y veía Naturalia, pensaba que los animales que viven en la nieve sufrían mucho y constantemente imaginaba programas para reubicarlos en zonas más cálidas donde no tuvieran que vivir en condiciones extremas. Lo que realmente resulta sorprendente de todo esto es que un niño de 6 años de un país tercermundista tuviera nociones de conservación más sofisticadas que el presidente de la primera potencia mundial.
Claro, después de que alguien propone (y sin que se vislumbre el más mínimo sentido de ironía en su rostro mientras lo dice) que la tala de árboles es una solución adecuada para los incendios masivos que se dan en los Estados Unidos, es realmente poco lo que pueden hacer los esfuerzos pedagógicos para explicarle a semejante personaje que se trata de un fenómeno absolutamentenatural. Que en ecosistemas de pinos y eucaliptos los incendios son absolutamente necesarios para que puedan crecer nuevos individuos y reemplacen los ya existentes y agotados. Que incluso en Colombia existen ecosistemas en los cuales las plantas se han adaptado a fuegos periódicos y en torno a estos ciclos se da la reproducción. Claramente en su país no fue obligado, a causa de la falta de variedad en la televisión, a ver las enseñanzas del Profesor Yarumo y de Julito y en cambio sí, por la gran oferta de entretenimiento, se crió con películas de Bruce Willies y Silvestre Stallone. El respetado presidente aprendió poco del café y del ciclo del agua. Aprendió poco de ecosistemas de pinos, y probablemente vio bastante más a Yellowstone en el oso Yogi de lo que lo visitó. Cabe preguntarse si al bombardear Irak piensa que está castigando una región de Afganistán por esconder a Osama, y creo que en realidad no cabe ninguna duda de su comprensión en el conflicto que hay en Israel. Afortunadamente su gabinete no es absolutamente incompetente y prefieren mandar a Collin Powel a mediar en el Medio Oriente entre Ariel Saron y Arafat, pues su categórica solución seguramente incluiría un partido de risk y un partido de ping-pong (pensando, además, que este juego es típico de esa región). Esperemos que no vuelvan a brotar pugnas de color en África pues claramente el Presidente Bush no tendría ningún problema en mandar a su Secretario de Estado a solucionar esas pequeñas manifestaciones de la democracia. No quiero ni imaginarme lo que piensa el respetadísimo doctor sobre la falta de cascos en el fútbol internacional, y cuál sería su solución al grave problema de tráfico de Bogotá, y finalmente lo que entiende su traviesa cabecita sobre un eclipse solar.
La verdad es que los Colombianos tenemos que darnos por bien servidos. De tanto loco que anda suelto en la política internacional, el señor alcalde de Bogotá es uno de los menos inofensivos. Es cierto que en ocasiones tiene propuestas que se asemejan a las de un cierto Goyeneche, pero es claro que de algo sirvió la poca variada televisión colombiana de antaño porque de bobo el señor no tiene un pelo ni en la barba florida. Entre Julito y Yarumo le dieron nociones de ciencia. Yo sé quién sabe lo que usted no sabe seguramente respondió a varias de las inquietudes del pequeño Antanas, y al lado de Héctor Mora llegó a conocer la geografía mundial. Claramente otros programas que marcaron nuestro dirigente fueron Plaza Sésamo y el concurso del hueco del Payaso Alverjita, pero es un costo relativamente bajo al compararlo con sus semejantes a nivel mundial en ésta época que podría bastante bien ser denominada "los locos al timonel". Debemos, pues, agradecer el prolongado control que ejerció nuestro gobierno sobre la programación nacional, e inmediatamente desempolvar las grabaciones de El Mundo al Vuelo, El Tesoro del Saber, Cosmos, y muchos más, ante el inminente peligro de tener un dirigente como Alejandro Villalobos.y de paso indemnizar los habitantes del vecino país ya que su crisis claramente se debe a la transmisión satelital del festival internacional del humor.
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