Por :JUAN PALACIO

Si a mí me hubieran dicho lo que llegaría yo a ver en esta ciudad talvez nunca hubiera decidido tomar un avión y  convertir a esta ciudad en mi residencia permanente, pero acá estoy, en medio de razas sin identidad, en medio cuba, puerto rico, México, Venezuela, ecuador y Colombia.

Pero antes de detallar como son los días en la ciudad del sol, pienso que es importante ilustrar a quien lee estas líneas, sobre los personajes que la habitan.

Con un promedio de temperatura al ano de 80 F, y una humedad relativa del 95%, Miami, es una de las ciudades más calientes del hemisferio, recibe millones de turistas al ano y sus mujeres elevan aun más la temperatura del lugar. Minifaldas bastante atrevidas, bikinis, tangas diminutas, hacen que los hombres se comporten de una forma muy particular.

Además de las sensuales y provocativas mujeres que caminan desprevenidas por sus calles, Miami también se precia de albergar a millones de inversionistas de toda Latinoamérica. Me he tomado el atrevimiento y le pido disculpas a quien se sienta de alguna forma agredido con mis letras, de describir a los ejecutivos que visitan la ciudad día tras día.

Antes de continuar, quisiera mencionar algunas de las celebridades que comparten residencia conmigo en esta cosmopolita ciudad: actores, cantantes y deportistas toman a Miami como se residencia pensando que este es un trampolín para la fama, pero no estoy tan seguro de que funcione así. Charlie Zaa, Sandra Muñoz (a quien el Departamento de inmigración y Naturalización de los estados Unidos muy sensatamente negó la entrada al país hace unos días), Willi Chirino,Julito Sánchez, luis Carlos Perea, Eucario Bermúdez, los tri-o,Cristina, Los Stefan (obviamente), entre tantos.

Pero continuando con el propósito informativo y critico de esta columna dare inicio a mis humildes opiniones sobre los ejecutivos que se han tomado Miami.

Vienen de todas partes, y estan en todas partes, al estar aca actuan como si aquellos que viven aun en sus paises de origen fueran unos desafortunados bastardos que jamas saldarn de su ignorancia y de su tercermundismo, como si Miami fuera la cuna de una promienente sociedad, o si mejor fuera la llegada al eden. Dentro de sus particulariadades es interesante ver como adoptan lo peor de cada cultura, traen a Miami sus peores costumbres, y adoptan las que los demas han traido. Arepas el paisa berraco,  tarjetas de llamada Cafetel, el tango, El quiteno, o refrescos Ambassador, Colombian champagne les recuerdan lo lejos y lo cerca que estan de su tierra. Estan en Miami pero quieren ir a almorzar al Tejadito No 4 ubicado en Hialeah, y después quieren ir a rumbiar a south beach , puede ser a bach que la gente es super. Quiren hacer fiestas en la casa con la musica a todo volumen pero que la policia no joda.Quieren comprar barato, pero de marca.

Aquí llego a uno de los puntos que mas me gusta ( o me disgusta) de este tema, el vestir.

Zapatos Gucci, pueden ser caqui, o negros, pero eso si, con montura, porque se arrugan, lo mas interesante de la parte inferior del vestir de los grandes ejecutivos que vienen a Miami, es que de la noche a la mañana, no usan medias.

Yo me pregunto desde cuando y quien empezó esa ordinaria tradición? Por el hecho de ser tierra caliente entonces no usamos medias? Pues de una vez tampoco usemos camisa.

Bueno, de los zapatos gucci sin medias, seguimos con los pantalones, pueden ser Armani ( o imitación que se consiguen a $9.99 en Marshals), lo importante es que se peguen bien a las piernas, que los bolsillos sean rectos, perpendiculares a la cremallera, ojo, y sin bolsillos atrás, eso si para que el trasero, que tanto le gusta a las mujeres cubanas, este bien expuesto. Cinturón con alguna letra en la evilla ( preferiblemente las iniciales de gucci, o de Armani) muy grande              ( indispensable).La camisa debe ser de material strech o seda (se aceptan imitaciones) y debe ir desabotonada hasta el tercer botón, las formas geométricas, los dibujos y los colores tornasol son aceptados en esta prenda.

Los accesorios son indispensables para este modelo, y entre los mas populares están, las gafas oscuras degradé , que las usan inclusive en las noches, relojes gigantescos, y las cadenas son muy bien vistas ya que por el agradable clima y como ya lo había mencionado la apertura de la camisa lo permite.

Si viven aca hacen hasta lo posible por adquirir carros que en sus países de origen sean considerados carros de alta gama, inclusive muchos rechazan ofertas de fabricantes como Toyota, Ford, Mazda, Nissan entre otros, porque esos carros no son tan buenos. Ósea que yo me pregunto, estos señores en que carro andan en nuestros países, desde cuando un toyota es malo? O un mazda el como barato? Si no es Audi o BM no sirve nada mas, así sea de segunda, acá recuerdo yo a el tío de un amigo que decía no hay mejor marca que nuevo, pero para estos señores la mejor marca es el arribismo y la estupidez.

Cuando hablan de negocios adquieren anglicismos estúpidos tales como pero cual es su profit o mejor cuales son sus assets? y eso si a todos lo ejecutivos que se vienen para Miami les va super bien, y sus empresas generan minimo U$100.000 al mes. Todas las noches tienen comidas con clientes e inversionistas, independiente del campo en el que estén. Les gusta ir a Colombia a echar boleta y a gastar porque uno rumbea en pesos y gana en verdes.

Adquieren palabras para su uso diario y de las cuales la real academia de la lengua se avergonzaría, y las cuales traicionan en el mas alto nivel los orígenes de la bella lengua española.

Faxiar, Forwardear , Aspirar la Carpeta (aspirar la alfombra) , Tipear (haciendo referencia a dar propina), Lisear (arrendar) entre otras , son palabras que se convierten en el dia a dia de estos malditos personajes.

Sin extenderme mas, mi invitación a ud desprevenido lector, es que no le comamos cuento a los Colombianos que viven en Miami, y que tienen inversiones grandísimas, no le comamos al arribismo ni a esos lobos que nadan por ahí, no le comamos a la estupidez.

Solo me basta pedirle a esos cretinos que no usen mas  por amor a Dios la expresión llamame de patras que me ofende y me martiriza.

He dicho.